Ejemplo de cláusula de contingencia inmobiliaria
Una cláusula de contingencia define una condición o acción que un contrato inmobiliario debe cumplir para ser vinculante. La contingencia pasa a formar parte de un contrato de venta vinculante cuando ambas partes, el comprador y el vendedor, aceptan los términos y firman el contrato. En consecuencia, es importante entender en qué se está metiendo si se incluye una cláusula de contingencia en su contrato inmobiliario.
Pero primero, un rápido repaso de cómo funcionan las transacciones inmobiliarias. Una transacción inmobiliaria suele comenzar con una propuesta: Un comprador presenta una oferta de compra al vendedor, que puede aceptarla o rechazarla. A menudo, el vendedor rechaza la oferta, y las negociaciones van de un lado a otro hasta que ambas partes llegan a un acuerdo. Si alguna de las partes no está de acuerdo con las condiciones, la oferta queda anulada y el comprador y el vendedor siguen su camino sin más obligaciones.
Sin embargo, si ambas partes están de acuerdo con las condiciones de la oferta, el comprador realiza un depósito de garantía, una cantidad que se paga como prueba de buena fe, normalmente el 1% o el 2% del precio de venta. Los fondos son retenidos por una empresa de custodia mientras se inicia el proceso de cierre.
¿Cuáles son las contingencias más comunes incluidas en el contrato de compraventa?
La compra o venta de una casa puede ser a veces un proceso confuso, especialmente cuando una oferta contiene contingencias. A continuación veremos algunas de las contingencias más comunes en las transacciones inmobiliarias y lo que significan para compradores y vendedores.
Una contingencia en la compra o venta de una casa significa que la oferta del comprador o la aceptación de la oferta del comprador por parte del vendedor depende de algo. Para que la oferta sea aceptada, la parte aceptante tiene que estar de acuerdo con la contingencia establecida por el oferente. El destinatario debe estar dispuesto a aceptar la contingencia para que la oferta se convierta en un contrato de venta vinculante.
A menos que esté vendiendo una casa tal como está, un período de opción casi siempre formará parte de una oferta que reciba. El periodo de opción permite al comprador programar -a su cargo- cualquier inspección que desee realizar para asegurarse de que la casa no tiene problemas imprevistos, como termitas, problemas en el tejado, problemas de fontanería, etc.
Dado que las inspecciones cuestan dinero a los compradores, éstos no suelen hacerlas hasta que tienen la casa bajo contrato. Para compensar al vendedor por retirar su vivienda del mercado temporalmente durante el periodo de opción, el comprador paga una cuota de opción al vendedor.
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Ejemplo de contingencia de financiación
Hoy nos centraremos en el último punto de esta lista. Examinaremos los diferentes tipos de contingencias del acuerdo de compra que pueden añadirse a un contrato inmobiliario, y por qué son tan importantes para usted como comprador de una vivienda.
El diccionario define una contingencia como “un evento o circunstancia futura que es posible pero que no se puede predecir con certeza”. Esa es una definición precisa para las contingencias en la compra de una casa, también.
Ejemplo: Si hay una contingencia de inspección de la vivienda escrita en el acuerdo de compra o el contrato de venta, permite al comprador echarse atrás si el inspector encuentra problemas graves en la casa. En este ejemplo común, la venta está supeditada a la aceptación de los resultados de la inspección por parte del comprador.
Ciertos tipos de contingencias de compra son comunes y no deberían hacer saltar las alarmas a los vendedores. La contingencia de inspección de la vivienda es un buen ejemplo, al igual que la cláusula de financiación hipotecaria. La mayoría de los contratos inmobiliarios incluyen estas dos disposiciones, y por una buena razón. Son de sentido común. Pero cuanto más te alejes de estas contingencias comunes, más probable será que el vendedor se oponga.