¿Qué problemas tiene América Latina?

Desafíos de hacer negocios en América Latina

Se trata de cuestiones serias, pero reflejan una respuesta en gran medida reactiva a los acontecimientos de la región. También existe la oportunidad de un cambio de paradigma positivo en las relaciones hemisféricas después de la pandemia, que sitúe los vínculos entre Estados Unidos y América Latina en una base más estratégica para responder a los retos del siglo XXI.

El gobierno de Biden está bien posicionado para aprovechar el momento y presentar una nueva visión de compromiso en la Cumbre de las Américas trianual, de la que Estados Unidos será anfitrión el próximo año. Esa visión, que puede seguir abordando las cuestiones que más preocupan a Estados Unidos, incluiría idealmente también una agenda de futuro elaborada con los líderes regionales y centrada en el restablecimiento del crecimiento económico, la respuesta al cambio climático y otras preocupaciones globales, y la creación de oportunidades para los pueblos de América Latina. Al dar este paso, será importante disipar el excesivo pesimismo que impregna las perspectivas estadounidenses sobre la región.

La transformación política de América Latina desde la década de 1990 ha sido profunda. Ahora es la región del mundo con la mayor proporción de gobiernos elegidos democráticamente fuera de Europa y Norteamérica. El traspaso de poder pacífico entre puntos de vista políticos a menudo radicalmente diferentes suele producirse sin incidentes graves. La aparición de gobiernos populistas en la región no ha alterado fundamentalmente esta realidad hasta ahora.

Desafíos para América

La mayoría de los países de América Latina y el Caribe se esfuerzan por salir de lo que los economistas denominan “la trampa del ingreso medio”. Aunque gran parte de la región, si no toda, ha salido de la condición de renta baja, ni el crecimiento ni la productividad han aumentado lo suficiente como para que América Latina reduzca la brecha que la separa de las economías más desarrolladas del mundo. Y aunque la desigualdad de ingresos ha disminuido en gran parte de la región en los últimos años, la vulnerabilidad social sigue siendo generalizada y las debilidades institucionales siguen lastrando los esfuerzos por lograr un desarrollo equitativo.

Economía de América Latina

Diego Sánchez-Ancochea no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

Las cosas podrían empeorar mucho en los próximos años. Para entender cómo y por qué, vale la pena mirar a América Latina, una de las regiones más desiguales del mundo. Esto es evidente cuando se utiliza el coeficiente de Gini (un indicador de la distribución de la renta que va de 0 para la situación más igualitaria a 1 para la desigualdad total), como hace la siguiente figura. Las diferencias entre América Latina y Europa del Este y Asia Central son especialmente llamativas.

En mi libro recientemente publicado, Los costes de la desigualdad en América Latina, muestro los efectos sociales, políticos y económicos de la concentración de la riqueza y la renta a largo plazo. Durante más de un siglo, América Latina ha experimentado una combinación perjudicial de elevada desigualdad, malos resultados económicos y debilidad de las instituciones políticas.

Cuestiones de seguridad en América Latina

En el caso de América Latina y la pandemia, es importante subrayar las diferencias entre los países: la diversidad de condiciones económicas y sociales; los diferentes enfoques y políticas con que cada país ha enfrentado la crisis, incluyendo la capacidad y eficiencia de sus programas de vacunación.

En términos generales, la pandemia llegó a América Latina en un contexto regional complejo en el que no se habían resuelto las deficiencias económicas y sociales estructurales. Algunos países de la región ya mantenían bajos niveles de confianza en las instituciones públicas, insatisfacción ciudadana con la calidad y cobertura de los servicios públicos, altos niveles de desigualdad e informalidad laboral, protestas sociales y una aguda polarización exacerbada a través de las redes sociales.

Además, aunque a finales de 2021 hubo señales de recuperación económica, la inflación, la depreciación de las monedas locales y los déficits fiscales harán más compleja la recuperación. Según los datos del Fondo Monetario Internacional, se estima que el PIB tuvo un repunte, creciendo una media del 6,3% en 2021. En 2022 se estima un crecimiento más moderado del 3% y el crecimiento no alcanzará los niveles anteriores a la pandemia.

¿Qué problemas tiene América Latina?
Scroll hacia arriba