El problema económico básico
Los ciudadanos y las empresas esperan que sus líderes gubernamentales les ayuden a navegar y salir fortalecidos de estos problemas complejos y de gran escala. La mayoría de las partes interesadas han aceptado que volver a la situación de 2019 no es una opción, ni siquiera un objetivo. Pensando en 2022, quieren un futuro mejor, basado en las lecciones de 2020 y ahora de 2021.
Aunque los retos a los que se enfrentan los gobiernos son casi universales, la forma en que los líderes los abordan puede variar significativamente, dependiendo de la estructura del gobierno y la ideología. Dado que está en juego el bienestar de toda la sociedad, las posibles soluciones deben incluir a todos.
1. La economía. En 2020 se perdieron más de 493 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, la mayoría pertenecientes a mujeres y jóvenes, y el PIB mundial se redujo un 4,3%. El Fondo Monetario Internacional señaló que esta crisis podría haber sido mucho peor si no fuera por la fuerte intervención de los gobiernos. Los gobiernos han proporcionado un nivel de apoyo sin precedentes a las empresas y a los ciudadanos a través de la financiación directa, las inversiones, las reducciones de impuestos y la distribución selectiva de bienes. Este nivel de apoyo, sin embargo, se ha producido a costa de un aumento de la deuda pública.
Solución de problemas económicos
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Los sistemas económicos resuelven estos problemas de varias maneras:”… por costumbre e instinto; por mando y control centralizado (en las economías planificadas) y en las economías mixtas[2] que “… utiliza tanto las señales del mercado como las directivas del gobierno para asignar bienes y recursos”[3] Este último se define de varias maneras como un sistema económico que mezcla elementos de una economía de mercado con elementos de una economía planificada, mercados libres con intervencionismo estatal, o empresa privada con empresa pública…”[4].
Samuelson escribió en Economics, un “libro de texto canónico” de la corriente principal del pensamiento económico[5] que “el mecanismo de los precios, que funciona a través de la oferta y la demanda en los mercados competitivos, opera para responder (simultáneamente) a los tres problemas fundamentales en un sistema de empresa privada mixta…”[2] En el equilibrio competitivo, el valor que la sociedad asigna a un bien es equivalente al valor de los recursos cedidos para producirlo (el beneficio marginal es igual al coste marginal). Esto garantiza la eficiencia de la asignación: el valor adicional que la sociedad otorga a otra unidad del bien es igual a lo que la sociedad debe ceder en recursos para producirlo[6].
Cuestiones económicas de la India
El cambio en los precios de las materias primas -la soja y el mineral de hierro, por ejemplo- muestra acertadamente dos períodos importantes y recientes de la economía brasileña. El primer período se produjo entre 2003 y 2013, cuando los altos precios mundiales propiciaron el crecimiento económico, aumentaron los salarios y las tasas de empleo y ayudaron al gobierno a promover programas como Bolsa Família. Al mismo tiempo, los altos precios también enmascararon problemas estructurales de la economía a nivel nacional -como los bajos niveles de productividad e inversión-, abriendo así la puerta a un gasto público adicional.
En el segundo periodo se produjo una fuerte caída de los precios de las materias primas. Para intentar sortear el problema, el gobierno recurrió a las subvenciones concedidas a determinados sectores de la economía, a los incentivos fiscales, a los controles de precios y al crédito adicional ofrecido por los bancos públicos. Pero la estrategia no fue lo suficientemente eficaz para estimular el crecimiento y contribuyó a un estado de incertidumbre que acabó por desanimar la inversión y aumentar el déficit de las cuentas públicas. Como resultado de este proceso y de la desaceleración económica internacional, el descenso de la actividad económica de Brasil hizo que el PIB del país se contrajera un 3,8% en 2015.
Cuestiones económicas actuales
La Junta Consultiva de Alto Nivel de las Naciones Unidas (HLAB) sobre Asuntos Económicos y Sociales se estableció en junio de 2018 para ayudar a fortalecer el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) en el contexto de la reforma del sistema de desarrollo de las Naciones Unidas, y como parte clave de los esfuerzos para mejorar el apoyo a los Estados Miembros de las Naciones Unidas en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El HLAB está formado por dieciséis expertos de renombre mundial en los ámbitos de la política económica y social, entre los que se encuentran antiguos Jefes de Estado, un Premio Nobel, antiguos altos funcionarios gubernamentales y líderes intelectuales. Ha orientado el trabajo de investigación y análisis de políticas del DAES de las Naciones Unidas, incluidos los temas de sus publicaciones más importantes. Los propios miembros de la Junta han desempeñado un papel activo en el fortalecimiento de los vínculos entre el DAESH y la comunidad mundial de investigación en política económica y social, y han promovido las publicaciones e informes del DAESH a nivel nacional y mundial.
Asimismo, la Junta, a través de sus reuniones bianuales, ha asesorado a las Naciones Unidas sobre cuestiones económicas y sociales de carácter general, como las perspectivas y los riesgos a corto plazo para la economía mundial, las tecnologías de vanguardia, la desigualdad, la migración, las cuestiones asociadas a los países en situaciones especiales, así como las implicaciones de estas cuestiones para el multilateralismo y la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.