Tareas de motivación para estudiantes
La motivación es el deseo de una persona de realizar una actividad. Todo el mundo está motivado para hacer algo, ya sea ver la televisión o correr una maratón. Desgraciadamente, a menudo hay un desajuste entre lo que los alumnos están motivados a hacer y lo que los profesores quieren que hagan. Por ejemplo, los alumnos quieren socializar mientras los profesores quieren que se complete una hoja de trabajo. Este desajuste es la causa de casi todos los problemas de comportamiento que se encuentran en las aulas hoy en día.i Después de todo, si los estudiantes no tuvieran ningún interés en nada más que en aprender, no habría casi ningún problema de comportamiento. Es razonable suponer, pues, que si los profesores pudieran aumentar la motivación de los alumnos, los problemas de comportamiento se reducirían y el rendimiento mejoraría. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo pueden los profesores mejorar la motivación de los alumnos?
Todo el mundo está motivado para hacer algo, ya sea ver la televisión o correr una maratón. Desgraciadamente, a menudo hay un desajuste entre lo que los alumnos están motivados a hacer y lo que los profesores quieren que hagan.
La motivación siempre está impulsada por una recompensa de algún tipo. Los profesores hablan de dos tipos principales de recompensas: extrínsecas e intrínsecas. Las recompensas extrínsecas vienen en forma de dinero, golosinas, regalos, pegatinas, premios, certificados y beneficios como salir de clase antes que los demás. Los profesores tienden a utilizar mucho las recompensas extrínsecas, a pesar de que son mal vistas por algunos. Sin embargo, la realidad práctica de las aulas dinámicas y ajetreadas es que los profesores utilizan todas las herramientas que tienen a su disposición y que muchos alumnos se sienten fácilmente motivados por las recompensas extrínsecas; por lo tanto, utilizarlas es algo evidente. Los profesores suelen utilizar las recompensas extrínsecas para controlar el comportamiento. Son menos eficaces para el aprendizaje, especialmente para el aprendizaje profundo y la memoria a largo plazo.ii Los sistemas de recompensas extrínsecas también requieren una gestión y una supervisión constantes.
Estrategia de recompensa y motivación
Los profesores invierten años de duro trabajo y miles de dólares para convertirse en expertos en sus áreas de contenido, con títulos y certificados de enseñanza que lo demuestran. Desarrollamos mapas curriculares y calendarios de enseñanza para asegurarnos de cubrir los estándares adecuados. Soportamos horas de desarrollo profesional para estar bien versados en toda la pedagogía educativa actual. Colaboramos con los colegas para que todos utilicemos las mejores prácticas en el aula. Desarrollamos evaluaciones para los alumnos de modo que podamos seguir su progreso. Cuando todo esto no funciona, realizamos intervenciones intencionadas para que los alumnos vuelvan a la senda correcta.
El problema es que muchos alumnos no están motivados para aprender. Incluso con el plan de clases perfecto, un estudiante desmotivado no aprenderá. Algunos profesores afirman que motivar a los alumnos no es su trabajo. El trabajo del profesor es conocer el contenido y enseñarlo bien; el alumno debe responsabilizarse de su aprendizaje y encontrar su propia motivación. Esta idea anticuada es la que limita a muchos profesores a ser mediocres. Un gran profesor reconoce que la motivación del alumno es necesaria para tener éxito en el aprendizaje y que los profesores están en la posición perfecta para mejorar la motivación del alumno. He aquí algunas estrategias que pueden utilizarse en el aula para ayudar a motivar a los alumnos:
Estrategias de motivación
La dependencia mutua de la colaboración y la motivación del profesorado ha surgido como un campo de investigación prometedor. Este artículo se propone revisar sistemáticamente los artículos revisados por pares sobre la interconexión de estos conceptos. Se examinan las principales conclusiones, se identifican las ambigüedades y contradicciones de los constructos y se destaca su carácter controvertido. Se demuestra que muchos estudios utilizan diferentes enfoques teóricos y operacionalizaciones conceptuales. Esto da lugar a resultados empíricos incoherentes. Además, la colaboración docente se percibe a menudo como una amenaza para la autonomía de los profesores. Esto es sorprendente si se tiene en cuenta que tanto la colaboración como la autonomía de los profesores afectan positivamente a la motivación de los mismos, según muchos resultados empíricos.
En los últimos años, los estudiosos de la investigación educativa y la psicología han centrado cada vez más su atención en el papel y el impacto de la motivación y la colaboración del profesorado en diferentes países y entornos educativos (Moolenaar et al., 2012). Se ha prestado especial atención a las fuerzas impulsoras de la colaboración docente. Sin embargo, el papel que desempeña la colaboración docente en la motivación del profesorado, así como la interacción entre los aspectos estructurales de la colaboración y la motivación, también se abordan en estudios empíricos de todo el mundo. Mientras que las cuestiones de la colaboración y la motivación del profesorado se han abordado en diferentes estudios de revisión, sigue faltando en la literatura académica una revisión sistemática de la interacción entre ambas. Cuatro décadas después de la publicación del trabajo seminal de Lortie (1975), que sentó las bases para un programa de investigación en rápido crecimiento tanto sobre la motivación como sobre la colaboración del profesorado, este artículo se centra en la relación entre ambos y busca respuestas a las principales preguntas de investigación:
Estrategias de enseñanza
Esta cita es un gran recordatorio de que si conseguimos que los alumnos sientan curiosidad y estén motivados para aprender, podemos prepararlos para que sientan amor por el aprendizaje durante toda su vida. Y como profesor, tienes el poder de ayudarles a encontrar esa pasión por el aprendizaje mientras son jóvenes.
En este artículo, repasaremos la diferencia entre dos tipos de motivación -intrínseca y extrínseca- y por qué debe dar prioridad a la primera en su aula. A continuación, le proporcionaremos algunos consejos y estrategias para mejorar la motivación intrínseca de sus alumnos.
La motivación intrínseca se produce cuando los estudiantes se comprometen debido a recompensas internas, como el amor por el aprendizaje o el interés por un tema[3]. Estos estudiantes aprenden a valorar el aprendizaje por sus propios méritos, independientemente de cualquier factor externo. Un ejemplo de motivación intrínseca es un alumno que aprende nuevas palabras de vocabulario porque le gusta leer.
La motivación extrínseca, sin embargo, es el aprendizaje debido a factores externos. Los alumnos pueden estar motivados a aprender para aprobar un examen, para obtener una recompensa o para evitar un castigo. Un ejemplo de motivación extrínseca es un alumno que estudia para que sus padres no le castiguen por sus malas notas.