¿Qué es la fatiga física y mental?

¿El cansancio físico afecta al rendimiento mental?

En los últimos años, el cambio al trabajo virtual ha hecho que muchos de nosotros podamos dormir hasta tarde. Ya no tenemos que salir corriendo de casa para evitar el tráfico o coger el próximo tren a la oficina. En cambio, podemos desayunar en la cama. Incluso podemos ponernos los pantalones del pijama en nuestros escritorios. Entonces, ¿por qué seguimos sintiéndonos tan cansados antes, durante y después del trabajo?

Sólo nos convertimos en nuestra mejor versión en el trabajo cuando estamos más despiertos. Para abordar nuestro trabajo con altos niveles de energía, debemos superar el agotamiento físico. Para conseguirlo, primero tenemos que entender sus síntomas y causas. Empecemos por examinar más de cerca lo que significa realmente el agotamiento físico.

El agotamiento físico es la sensación de cansancio extremo y persistente de nuestro cuerpo. Es un tipo de fatiga que nos agota por completo. Cuando estamos agotados físicamente, nos falta energía, motivación, concentración y compromiso.

Estamos mentalmente agotados cuando estamos emocionalmente desconectados del trabajo. Percibimos negativamente nuestro entorno de trabajo, la cultura de la empresa o nuestro rendimiento. Nos sentimos infelices, desmotivados, desvinculados y aislados en el trabajo.

¿Es el trabajo mental más agotador que el físico?

Si levantarse de la cama después de una buena noche de sueño parece imposible a veces, puede que esté sufriendo de agotamiento mental. El cansancio constante que conlleva este agotamiento mental puede hacer que se sienta imposible de superar. No eres el único: casi el 75% de los trabajadores han informado de sentimientos similares desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.

El agotamiento mental es una sensación de cansancio extremo, caracterizada por otros sentimientos como la apatía, el cinismo y la irritabilidad. Puede estar mentalmente agotado si ha sufrido recientemente un estrés prolongado, le cuesta concentrarse en las tareas o le faltan intereses en las actividades que suele disfrutar.

El agotamiento mental suele producirse como resultado del uso excesivo, al igual que las lesiones físicas por uso excesivo. Aunque no se pueda señalar, tiene más en común con las lesiones por esfuerzo repetitivo, como el túnel carpiano o el codo de tenista. En lugar de sobrecargar un grupo de músculos, el agotamiento mental y emocional proviene de sobrecargar la mente.

El agotamiento mental es completamente posible y es probablemente más común de lo que debería. Después de un largo período de estrés o de un tiempo de emociones intensas, el agotamiento mental es inevitable. Al igual que nuestros cuerpos muestran síntomas después de esforzarse demasiado, nuestras mentes están destinadas a mostrar signos de agotamiento mental si no tenemos el cuidado adecuado.

Prueba de agotamiento mental

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La fatiga describe un estado de cansancio que no se resuelve con el descanso o el sueño[1]. En el uso general, la fatiga es sinónimo de cansancio extremo o agotamiento que normalmente sigue a una actividad física o mental prolongada. Cuando no se resuelve tras el descanso o el sueño, o se produce independientemente del esfuerzo físico o mental, puede ser un síntoma de una condición médica que puede llegar a ser grave o progresiva[2].

La fatiga puede ser una característica de un trastorno mental como la depresión; puede estar asociada a condiciones de dolor crónico como la fibromialgia; también puede aparecer en condiciones de inflamación crónica de bajo nivel, y ser un síntoma relacionado con la enfermedad en muchas otras condiciones[3] La fatiga a menudo no tiene una causa conocida, y se reconoce como de naturaleza muy compleja[4] La fatigabilidad describe una susceptibilidad a la fatiga[5].

Síntomas de agotamiento

Un estudio de 2015 muestra que cuando añadimos el estrés mental a nuestras actividades físicas, activamos la corteza prefrontal en nuestro cerebro. El oxígeno en sangre baja en esa zona y nos cansamos mucho más rápido de lo que lo haríamos sin el esfuerzo mental.

Se trata de dividir los recursos, dicen los investigadores. La fatiga física se desarrolla más rápidamente cuando el cerebro tiene que dedicar recursos a tareas altamente cognitivas. Al fin y al cabo, el cerebro es como cualquier otro tejido biológico: se cansa cuando se utiliza en exceso.

“No hay mucha gente que vea el valor de observar el cerebro y el cuerpo juntos”, dice la autora del estudio, Ranjana Mehta, del Centro de Ciencias de la Salud de Texas A & M. “Sin embargo, nadie hace un trabajo puramente físico o mental; siempre hacen ambos”.

Así que si te sientes fatigado físicamente, quizá sea el momento de buscar ayuda para la salud mental. Incluso durante el distanciamiento social, acude a tu profesional de la salud mental para ver si puedes programar una cita por vídeo. Si no puedes hacerlo, haz lo que puedas para salir a hacer algo de ejercicio, comer bien e intentar dormir bien. Si ninguna de esas cosas funciona, puede ser bueno empezar con un breve ejercicio de escritura: hacer una lista de las cosas que puedes controlar (frente a las que no).

¿Qué es la fatiga física y mental?
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