Cultura colombiana
Los muiscas (también llamados chibchas) son un pueblo y una cultura indígena del Altiplano Cundiboyacense, Colombia, que formaban la Confederación Muisca antes de la conquista española. Este pueblo hablaba el muysccubun, una lengua de la familia lingüística chibcha, también llamada muysca y mosca[2]. Fueron encontrados por los conquistadores ordenados por el Imperio español en 1537 en la época de la conquista. Los subgrupos de los muiscas se identificaban principalmente por sus lealtades a tres grandes gobernantes: el zaque, centrado en Hunza, que gobernaba un territorio que abarcaba aproximadamente el sur y el noreste de Boyacá y el sur de Santander; el zipa, centrado en Bacatá y que abarcaba la mayor parte de Cundinamarca y los Llanos occidentales; y el iraca, gobernante religioso de Suamox y el noreste de Boyacá y el suroeste de Santander.
El territorio de los muiscas abarcaba un área de unos 25.000 km2 desde el norte de Boyacá hasta el Páramo de Sumapaz y desde las cumbres hasta la porción occidental de las cordilleras orientales. Su territorio limitaba con las tierras de los Panche en el oeste, los Muzo en el noroeste, los Guane en el norte, los Lache en el noreste, los Achagua en el este y los Sutagao en el sur.
Ciudad de Cundinamarca
Chipaque es un municipio y ciudad de la Provincia Oriental del departamento de Cundinamarca, Colombia. El municipio, de 139,45 kilómetros cuadrados, está situado a 2.400 metros de altitud en la cordillera oriental de los Andes colombianos y su parte más occidental se encuentra en los Cerros Orientales de Bogotá. La capital colombiana está a 27 kilómetros (17 mi) al oeste de Chipaque. Chipaque limita al oeste con la localidad de Usme, al sur de Bogotá. Al este, Chipaque limita con Cáqueza, al sur con Une y al norte con Ubaque. La temperatura media es de 13 °C.[1]
La bandera consta de dos franjas del mismo tamaño. Una de ellas es amarilla y la otra verde. El amarillo simboliza la riqueza. El verde simboliza la esperanza y también representa su topografía rústica y fértil. Un triángulo blanco surge del costado del asta y sus vértices convergen en el centro donde se unen las dos bandas[2].
Emblema enmarcado por los lados con las banderas de Colombia y Cundinamarca. Sus astas cruzadas llevan una cinta amarilla con el nombre del municipio “Chipaque” escrito. En la parte inferior aparece un paisaje típico de la región y el sol[3].
Es bogotá en cundinamarca
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El Departamento de Cundinamarca (pronunciación en español: [kundinaˈmaɾka]) es uno de los departamentos de Colombia. Su extensión es de 22.623 kilómetros cuadrados (sin incluir el Distrito Capital) y tiene una población de 2.919.060 habitantes en 2018. Fue creado el 5 de agosto de 1886 bajo los términos constitucionales presentados ese mismo año. Cundinamarca se encuentra en el centro de Colombia.
La mayor parte de Cundinamarca se encuentra en la Cordillera Oriental, justo al sur de Boyacá, limitando con el río Magdalena por el oeste, llegando a la cuenca del río Orinoco por el este y limitando con el Tolima por el sur. El distrito de la capital, Bogotá, está rodeado casi por completo por territorio cundinamarqués y se formó mediante la división de Cundinamarca. Debido a este y otros cambios fronterizos, el actual departamento de Cundinamarca es mucho más pequeño que el estado original.
¿Es segura Cundinamarca?
Ubicados en la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, los Muiscas son reconocidos como la base de la actual población de Fómeque y de varios municipios del Oriente de Cundinamarca, donde sus campesinos son los más puros representantes de la cultura indígena y sus costumbres para conservar muchas de las prácticas y tradiciones ancestrales.
Los Muiscas, pueblo de naturaleza agrícola y pacífica, tenían un marcado sentido religioso que lo hacía venerar las fuerzas naturales que permitían el desarrollo y mejor producción de los cultivos. Es así como tenían un gran respeto por el sol y la luna que representaban la figura del hombre y la mujer bajo un concepto de pareja donde el universo se conforma por la unión de los géneros y no por uno solo.
Sin embargo nuestros ancestros no solo rendían culto a estos dos fenómenos, sino que también realizaban una serie de rituales en homenaje a la naturaleza, entre ellos el culto al agua, donde las lagunas y nacimientos eran los altares de ofrenda más respetados para venerar a Sie la diosa del agua, concibiendo lo que hoy se conoce como la jurisdicción geográfica de Fómeque como un lugar sagrado debido a la gran cantidad de lagunas y sieguas (agua entre cerros) que contempla su territorio. Para los muiscas el respeto por el agua y la reverencia a sus santuarios permeaba y determinaba su vida y costumbres, siendo el principio femenino, cuerpo y útero de la madre, ya que sin ella no es posible ningún modo de vida, el agua depende de todo ser vivo sobre la faz de la tierra.